SÃO PAULO

- abril 13, 2010

La ciudad del Apóstol y el milagro del santo. Los coches atravesando la Avenida São João, calles y coches y personas y coches y coches y coches... La Paulista ya mirada, vista de nuevo de un edificio de la Paulista. El Morumbi es luego allí... Jardines de los mitos de los Jardins... La feria de Plaza Benedito Calixto... Y más coches y sus dueños con sus coches. Alfaville y sus renombrados vecinos que un día habitaron en Mooca. La Granja Viana, que llena de verde, parece indicar que el Paraíso es luego allí. Calle 24 de Maio y sus vendedores ambulantes, ¡Galería de Rock y su estilo POP! La Augusta que entró para la historia, no por ser santa; pero por ser Augusta. Los bus eléctricos antes, los chicos y sus motocicletas atrás... Patínes de humareda, y de raza; tenemos los italianitos de São Paulo... de Bexiga a la Pompéia, como yo en Perdizes. Y por donde fuere usted, también será italiano; ¡chico!

Los japoneses y sus hijos, con la sonrisa larga de la liberdad. ¡Cómo amo la Liberdade! Su comercio, sus exquisitezes,... La Liberdade está para el Japón como el corazón de los paulistanos está por ahí... En todos los suspiros en jiras, de la tierra venidera y del país lejano; a camino de Brasil. ¡En el paraíso de todos los colores! Los forasteros, inmigrantes, pueblo de otros sitios... El noreste del lado de acá... La vida del sur en la mente de quien sólo quiso salir de casa, y osar... Para que si venciese, volviese; para osar.

El Parque do Ibirapuera y sus domingos musicales. El MASP y el arte. La Maternidad São Paulo y sus muchos hijos. El último tren de Plata, el puente aéreo, y lo más grande terminal de autobuses del país. Las vías perimetrales (Marginal Tietê y Marginal Pinheiros), el río Pinheiros a las margenes del Tietê... ¡La ciudad de los sueños que abriga razas! Israelís paulistanos, árabes paulistas... ¡Extranjeros con Brasil en el corazón! ¡Nuevos brasileños por el alma!

El suceso de las noches diárias, de las calles, de los coches con sus ventanas siempre cerradas. De la violencia de la policía y la indignación del mundo. ¡De los hombres pequeños, granditos, enormes! El Sujinho de la Consolação al lado del Porquinho... Los cantantes y músicos del Café São Paulo Antiguo y el placer de salir con los amigos por la noche, para tomar unas cañas y unas tapas, o sólo cenar y charlar en el Bar Bhrama... Y el trabajo incansable como fuente de inspiración.

São Paulo; Ciudad del Santo. Todavía que no sea su hijo; ¡TE AMO! Y si no nos amábamos antes, es porque no nos conocíamos. Ahora vivo en ti. ¡Todavía que de casualidad, nada es de casualidad! Me recibistes de brazos abiertos, queriendo adoptarme. Y es definitivo, jamás te abandonaré; soy suyo. Y usando las palabras de otro santo; San Caetano (Veloso), Revelote que el milagro es amarte: "Algo pasa en mi corazón..." ¡Sampa de todos los Santos! Y de los coches con sus dueños con sus coches.